Mientras el país transita una etapa de crispación política, desinversión estatal y discursos extremos, un grupo de gobernadores decidió avanzar en la construcción de una alternativa sensata, productivista y federal. Con eje en el interior del país y en la necesidad urgente de devolverle racionalidad a la política nacional, Martín Llaryora, Ignacio Torres, Maximiliano Pullaro, Carlos Sadir y Claudio Vidal lanzaron un espacio político común que pone sobre la mesa lo que muchos argentinos esperan: una gestión centrada en el desarrollo real, alejada tanto del estatismo asfixiante como del abandono que propone el gobierno de Javier Milei.
Este frente, surgido desde las provincias, no se limita a una alianza electoral de ocasión: es una señal clara de que la Argentina necesita un nuevo pacto de gobernabilidad, con equilibrio fiscal, políticas públicas sostenidas y una mirada que integre al país profundo. Lejos de la lógica de la grieta, estos mandatarios entienden que la reconstrucción nacional sólo será posible con diálogo, responsabilidad y capacidad de gestión. La presencia de Juan Schiaretti en el acto fue más que simbólica: fue la validación de una línea de trabajo político que busca transformar el federalismo declamado en una práctica concreta.
Con la mirada puesta en el Congreso 2025, pero también en las presidenciales de 2027, este bloque comienza a consolidar una agenda que defienda a las economías regionales, garantice obras de infraestructura y genere condiciones reales para el arraigo y el empleo. Frente al ruido y los atajos discursivos, proponen un camino de madurez política. La Argentina no puede esperar más improvisación: necesita conducción, orden y un proyecto de país que vuelva a priorizar a sus ciudadanos.
