Pese a algunos indicadores positivos, el consumo masivo aún transita una recuperación frágil en Argentina. Según datos del INDEC, en abril las ventas en supermercados mostraron una suba del 8,9% interanual a precios constantes. Sin embargo, esa mejora se dio en un contexto marcado por una fuerte dependencia de las promociones: más del 70% de los productos se venden con descuentos, según fuentes del sector.
Esta estrategia responde a un cambio de comportamiento del mercado, que desde marzo se transformó en un escenario dominado por la oferta más que por la demanda. “Las cadenas necesitan rotar góndolas, y eso hoy sólo se logra con promociones agresivas”, señalan desde el supermercadismo.
Sin embargo, el repunte de abril no logró sostenerse. La consultora Scentia estima que en mayo el volumen de ventas en supermercados cayó un 3,3%, acumulando un retroceso del 5,4% en lo que va del año. También se retrajo el canal mayorista, con una baja del 6,2% mensual y un acumulado negativo del 4,4%.
Crédito al consumo en alza y alerta por ingresos ajustados
Otro fenómeno clave es el crecimiento del uso del crédito: las compras con tarjeta en supermercados pasaron del 39,4% al 45,9% en el último año, mientras que el uso del débito cayó del 33,3% al 27%. Esto, según analistas, refleja una estrategia defensiva de los hogares, que apelan al endeudamiento para sostener el consumo ante la pérdida de poder adquisitivo. A esto se suma un repunte en los préstamos personales y la venta de dólares por parte de particulares.
Desempeño desigual por canales y rubros
Mientras los supermercados registran caídas, otros canales muestran una dinámica diferente. Los autoservicios independientes repuntaron un 1,5% en mayo, aunque aún acumulan una baja del 5,4%. En contraste, el e-commerce creció 11,4% ese mes y acumula una suba del 7,2% en lo que va del año. Kioscos y almacenes también se destacan con alzas del 16,1% mensual y casi 10% anual.
Por rubro, alimentos y bebidas siguen siendo los más golpeados. En especial, las bebidas alcohólicas muestran una retracción que preocupa a las cadenas, por tratarse de un consumo habitual en la mesa de los argentinos que aún no logra recuperarse.
En síntesis, el consumo muestra señales mixtas: mejora en algunos canales y segmentos, pero con un fuerte sostén en promociones, tarjeta de crédito y endeudamiento. Un repunte que, por ahora, camina sobre una base frágil.
